¡Estimados camaradas!
Mediante la presente carta, el Departamento Internacional del Partido Comunista de la Federación de Rusia les comunica sobre la posición del PCFR en cuanto a la decisión tomada por la Federación de Rusia el 24 de febrero de este año sobre la realización de una operación especial en Ucrania con el objetivo de defender a la población de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, por la desmilitarización y desnazificación del país que se ha convertido en una fuente de agresión permanente, nacionalismo y rusofobia.
En el transcurso de ocho años, bajo los bombardeos interminables de las ciudades y poblaciones por los neofascistas ucranios siguen muriendo niños, mujeres y ancianos, por la sencilla razón de que solamente quieren hablar su idioma, el ruso, no quieren vivir según las leyes fascistas y no aceptan la conversión de Ucrania en el puesto fuerte de la OTAN en el Este.
Como resultado del golpe del Estado perpetrado con el apoyo de EE.UU y la Unión Europea, en 2014 en Ucrania llegaron al poder las fuerzas reaccionarias de derecha envenenadas por el nazismo de corte banderista. Empezó la persecución total de los disidentes, la ilegalización de todos los partidos y movimientos que exigían impedir la militarización y la fascificación del país. En primer lugar, fue perseguido e ilegalizado el Partido Comunista de Ucrania.
El incendio en la Casa de sindicatos de la ciudad de Odessa fue la culminación de la rusofobia desenfrenada, “símbolo” de los planes antipopulares de quienes se abrían el paso hacia el poder y planeaban romper los lazos históricos con Rusia, por la segregación de la población rusa.
Los Acuerdos de Minsk propuestos por Rusia para cesar las operaciones militares en Donbáss podrían convertirse en una “hoja de ruta” para lograr las paz en la región, sin embargo el gobierno neonazi de Ucrania no tenía planes de plasmarlos desde el inicio. Empujado por Occidente, tomó el rumbo hacia la solución militar del problema.
El dramatismo de la situación se agudizó porque el poder de los banderistas en Kiev insistía cada vez más activamente en la integración de Ucrania en la OTAN. El territorio del país se convertía en una plaza de armas para el emplazamiento de los armamentos de Estados Unidos y sus aliados. La militarización se llevaba a cabo a marchas forzadas.
La creación de las bases de la OTAN en Ucrania y el emplazamiento de los complejos de choque en las regiones fronterizas creaba posibilidades de principio nuevas para asestar el golpe nuclear con misiles a Rusia. Además de ello, violando todos los tratados internacionales suscritos se anunció oficialmente el propósito de Ucrania de crear su propio armamento nuclear.
La situación en la frontera entre Ucrania y las repúblicas de Donbáss se agudizó extremadamente. Las formaciones militares desde el lado ucranio intensificaron los ataques con artillería contra la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk obligando a la población civil a abandonar masivamente sus hogares. Crecía el número de víctimas. El gobierno de Ucrania empujado por Estados Unidos preparaba día a día la intervención militar en Donbáss.
Como resultado surgió de una manera muy aguda la necesidad de implementar medidas para proteger a más de 800 mil ciudadanos de la Federación de Rusia e impedir el genocidio de la población pacífica en Donbáss.
En esta situación se necesitaban medidas de emergencia para liberar de la dictadura banderista, pero no podían realizarse por el propio pueblo ucranio puesto que la población civil no podía, de ninguna manera, hacer frente a las fuerzas del terror armados hasta dientes y necesitaba ayuda.
El Partido Comunista de la Federación de Rusia planteó en varias ocasiones el tema del reconocimiento de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk que se desarrollan sobre los principios de justicia social, prestando atención a los acontecimientos que allí tienen lugar y advirtió sobre consecuencias posibles de desconocimiento de los hechos evidentes.
El partido se basaba exclusivamente en los intereses de los trabajadores de la región considerando como sumamente importante llevar a cabo la desmilitarización de Ucrania.
La necesidad de desmilitarizar y desnazificar a Ucrania con el fin de prevenir que se transforme en una fuente de la ideología nazi tiene que convertirse en la mayor preocupación de la comunidad internacional para impedir su conversión en un Estado nazi, y la plaza de armas de la alianza agresiva de EE.UU – OTAN dirigida contra los países de Eurasia.
Llamamos a todas las fuerzas progresistas y políticas de Rusia y el mundo entero a usar los mecanismos de la diplomacia popular en aras del triunfo de las ideas de la amistad secular de los rusos y ucranianos.
Departamento internacional
Del CC del PCFR