Legado ideológico de V.I. Lenin y la lucha de los trabajadores por el socialismo en el siglo XXI

Informe del Aniversario presentado por el Presidente del CC del PCFR G.A.Ziugánov en el X Pleno del Comité Central del Partido

El período de vida de las grandes ideas se mide con siglos y milenios. Respondiendo a los anhelos de las personas comunes y corrientes, estas ideas viven dentro del pueblo y le inspiran a luchar por la construcción de un nuevo mundo más justo. Es por ello, que las ideas leninistas siguen vivas y triunfantes.

Se cumplen 150 años del natalicio de Vladimir Ilich Lenin. Nuestra tarea consiste en tener presente su legado, estudiarlo de una manera profunda, y aplicarlo correcta y enérgicamente en las condiciones modernas.

Avanzar, no ir a la zaga de la vida

En las horas crepusculares más oscuras de la historia el genio leninista alumbró como un rayo brillante una nueva vía del desarrollo de la humanidad. Sucedió cuando la expansión del capital abarcó todo el planeta. Dividió los continentes en colonias y estableció un sistema sofisticado de explotación de los hombres y recursos naturales. Los celosos defensores del capitalismo lo anunciaban ya como triunfo de la razón y lo promulgaban como la única vía posible del desarrollo. Pero de los frutos de ese sistema se aprovechó un puñado miserable de los burgueses. Para enriquecerse, condenó a las masas populares a la miseria e injusticia, las utilizó como carne de cañón.

En el empalme de los siglos XIX y XX el capitalismo entró en la fase imperialista. Las grandes potencias empezaron a repartir entre si el planeta. Avivaron las llamas no solamente de los conflictos locales. Millones de personas murieron en el fragor de la Primera Guerra Mundial. Les sacrificaron al Moloc del lucro y la codicia.

Precisamente en esos tiempos el mundo oyó el nombre de Lenin. Sus consignas inmortales de “¡Paz a los pueblos!”, “¡Pan a los hambrientos!“¡Tierra a los campesinos!”, “¡Fábricas a los obreros!”, “¡Poder a los Sóviets!” sonaron como campanadas para millones de obreros que trabajaban cual esclavos en los campos, fábricas y minas. El leninismo se convirtió para ellos en una esperanza de emancipación de los sufrimientos y de vivir una vida feliz y digna.

No fue casual el nacimiento del genio leninista. El fundador del bolchevismo no era filósofo solitario, ni superhombre que se colocó en el pedestal muy por encima de la muchedumbre.Todo lo contrario: dedicó su vida al servicio del pueblo trabajador, a su liberación de las cadenas de opresión, ignorancia, desconfianza en sus fuerzas. Como escribió el poeta Vladimir Mayakovski:

A los compañeros les trataba con cariño humano

Al enemigo, le encaraba firme como hierro.

Muy convencido del inmenso potencial de las masas populares, Lenin jamás se distanció de los simples obreros. Siempre se vinculó estrechamente con los obreros y encontraba en ellos una fuente de inspiración para la lucha y las tareas creadoras.

V.I. Lenin asimiló profundamente y desarrolló el gran acervo teórico de Carlos Marx y Federico Engels. Al mismo tiempo, se destacó como organizador talentoso, revolucionario, fundador del partido de nuevo tipo y del primer Estado socialista del mundo. El destacado revolucionario chinoSun Yat-senescribió que“en el curso de muchos siglos de la historia universal aparecieron miles de líderes y científicos de palabras hermosas que nunca se plasmaron en la vida. Tú, Lenin, eres una excepción. Tú, además de decir y enseñar, las palabras las llevaste a la práctica. Construiste un nuevo país. Nos enseñaste el camino”.

En estas palabras hay un grano muy importante. Marxismo-leninismo no es un compendio de dogmas y prescripciones para todos los casos de la vida. Quien lo considere así cometería un grave error, pues significaría convertir una doctrina genial en una especie del culto religioso. El propio Lenin subrayaba que la doctrina comunista es antes que nada un método de análisis de la realidad, no conjunto de preceptos. El marxismo es sistema científico integrado. Une conceptos filosóficos, económicos, sociopolíticos que ayudan a conocer y modificar el mundo.

El empleo de la dialéctica materialista para reformular todas las economías políticas, desde sus bases hacia la historia, ciencias naturales, filosofía, la política y la táctica de la clase obrera es lo que les interesa más a Marx y Engels, es su aporte más sustantivo y más moderno, es precisamente su paso de avance genial en la historia del pensamiento revolucionario”, así definió Lenin la esencia principal del marxismo. Por ella se guio a lo largo de toda su vida. Así actuó también en el período de lucha contra el marxismo legal, el economicismo y menchevismo. Así actuó durante la creación del partido de la clase obrera: el Partido Obrero Social-Demócrata de Rusia (POSDR). Así fue también al desenmascarar a los revisionistas de la II Internacional. Así fue también cuando en abril de 1917, planteó la tarea de la realización de la revolución socialista en Rusia.

La comprensión del marxismo como guía de acción le convirtió a Lenin en un gran pensador y líder del pueblo. El resultado de su enfoque creador fue el bolchevismo. “Nosotros no consideramos en absoluto que la teoría de Marx sea algo acabado e intangible; por el contrario, estamos persuadidos que esta teoría ha colocado únicamente las piedras angulares de la ciencia que los socialistas deben impulsar en todos los sentidos si no quieren rezagarse de la vida”.

Lenin nos da un ejemplo de un enfoque profundo de cada tema. El análisis de todo problema lo sustentó en el estudio de todas las fuentes a su alcance. Al escribir la obra “Desarrollo del capitalismo en Rusia” Lenin hizo referencia a 583 fuentes. Los materiales para la obra “Imperialismo, fase superior del capitalismo” contienen casi 800 páginas de libro.

N.K.Krupskaya recordaba que “Cuando vivíamos en Londres en 1902-1903, Vladimir Ilich la mitad del día la pasaba en el Museo Británico donde existe una biblioteca muy grande y variada”. En su carta a la madre en 1916, Lenin relata que “Ahora vivimos en Zúrich. Venimos a trabajar en las bibliotecas de la ciudad”.

La esfera de intereses de Lenin no se restringía por los problemas sociales. Así los descubrimientos de la física ayudaron a la publicación del libro “Materialismo y empiriocriticismo”. En los nuevos logros de las ciencias naturales Lenin vio el comienzo de la grandiosa revolución científica. Al sentar sus bases filosóficas, Lenin desarrolló la doctrina de materialismo dialéctico, hizo pedazos de la teoría burguesa de Ernst Mach, pragmatismo, dio un brillante ejemplo del desarrollo creador del marxismo.

Los comunistas deben mantener firmemente las posiciones del materialismo dialéctico e histórico. Es por eso que en los congresos del Partido y los plenos del CC del PCFR hacemos un minucioso análisis de las tendencias modernas, estudiamos su dinámica y la correlación de las fueras clasistas. Para luchar exitosamente y conducir a las masas no podemos prescindir de esa labor compleja y esmerada. Ser fieles a la posición dialéctica, desarrollar el marxismo-leninismo y elaborar sobre esta base las concusiones dialécticas es nuestra tarea directa. Sin ello no podremos asegurar la victoria de los trabajadores.

En el movimiento de izquierdas es elevado el número de quienes niegan el bagaje teórico y práctico de las generaciones anteriores de los luchadores por el socialismo. ¡Qué cosas terribles escuchamos de parte de los partidarios de todo tipo del seudo socialismos! Muy a veces sirve para ocultar la incapacidad o la falta del deseo de asimilar el acervo de nuestra teoría. Fue a ellos a quienes se dirigió Vladimir Lenin en el III Congreso de la Unión de la Juventud Comunista de Rusia en 1920: “Se puede llegar a ser comunista solamente al enriquecer su memoria con el conocimiento de todas las riquezas que elaboró la humanidad”. Hoy, las propias ideas leninistas forman parte del acervo intelectual de la humanidad. Ocuparon el puesto clave en la vida política del mundo moderno.

Globalismo: forma moderna del capitalismo

Al conmemorar el 150 aniversario de natalicio de V I. Lenin, nosotrosno podemos dejar de destacar los más importantes elementos de su gran legado ideológico.

Primero es la teoría del imperialismo. José Stalin dio una definición muy exacta:“El leninismo es marxismo de la época imperialista y la revolución proletaria”. Al analizar las tendencias de desarrollo del capitalismo, Lenin llegó a la conclusión de que entraba en su fase superior y última.Subrayó las características principales del imperialismo:

– surgimiento de los monopolios, su papel decisivo en la vida económica;

– formación del capital financiero y de la oligarquía financiera;

– prioridad de la exportación del capital en comparación con la exportación de mercaderías;

– formación de las alianzas monopolistas de los capitalistas que están repartiendo el mundo;

– finalización del reparto territorial del planeta por las potencias más grandes.

Como señaló Lenin, la concentración de la producción social en manos de los monopolios no elimina contradicciones capitalistas. Los conflictos vienen madurando tanto dentro de los Estados como en la palestra internacional. Las crisis económicas se hacen cada vez más hondas y destructivas. Se agudizan las contradicciones entre el trabajo y el capital. Los monopolios explotan y arruinan no solamente a los obreros sino también a los campesinos y la pequeña burguesía.

Es de especial actualidad la conclusión leninista sobre el crecimiento de la reacción bajo el imperialismo. El capital monopolista instaura la dictadura. Aplasta al movimiento democrático y obrero, liquida los derechos y libertades. Los amos de los monopolios persiguen las anexiones y la liquidación de la independencia nacional. Lenin lo calificó como viraje “desde la democracia hacia la reacción política”y subrayaba que en la política exterior e interior“el imperialismo tiende a violar la democracia, hacia la reacción. En este sentido es indiscutible que el imperialismo es la “negación” de la democracia en general”.

No menos actuales son las palabras de Lenin: “El imperialismo trae a la clase obrera una insólita agudización de la lucha de clases, la miseria, el paro, la carestía, la opresión por parte de los trust, militarismo, reacción política que levanta la cabeza en todos los países incluyendo países libres”.

En estas condiciones toda la palabrería sobre la “libertad” y la “democracia” sirve a un solo objetivo: distraer la atención y embaucar a las masas populares. En realidad, como reiteraba Lenin, el capital financiero y los monopolios “aportan por doquier el afán del dominio, no la libertad”.

La aspiración de la burguesía de obtener ganancias y el ahondamiento de las contradicciones bajo el imperialismo conducen a conflictos bélicos y guerras mundiales. Las capas democráticas debilitadas y dividas por la reacción no son capaces a menudo de poner fin a los incendiarios criminales de las guerras. Para ello, se requiere una fuerza proletaria rectora que consolide la lucha.

El descubrimiento hecho por Lenin no perdió su significación. Los rasgos del imperialismo no desaparecieron en ninguna parte y la globalización agudizó todas las contradicciones hasta el extremo. Así, la concentración de los medios de producción por los monopolios, de las fuentes de las materias primas, transporte y comunicación, inventos científico-técnicos, obreros e ingenieros calificados bate los récords. En la economía de EEUU dominan 500 corporaciones. La mitad de ellos tiene activos en cinco y más sectores. Concentraron un 20% de todos los ocupados en la economía y más del 60% de las ganancias.

Según los resultados del año 2020, el volumen de transacciones de fusión y adquisición fue de 4 billones de dólares. Al adquirir la compañía “Anadarko”, la corporación de gas y petroleo “Chevron” se convirtió en la segunda después de “Exxonmobil”. La fusión de la corporación norteamericana “Unated Technologies” con la compañía “Raytheon” tuvo como resultado la creación del gigante militar-industrial que acaparó en sus manos la producción de motores de aviación, helicópteros, misiles crucero, sistemas antiaéreos-antimisiles y otros armamentos.

Son multimillonarias las transacciones de fusion y adquisición también en Rusia. Así por ejemplo el banco “VTB” adquirió una cadena de supermercados “Magnit”. La compañía de gas NOVATEK de Leonid Mickelson compró las compañías “Severneft-Urengoy”, “Geotransgas”, la “Compañía de Gas de Urengoy” y otras más.

El imperialismo global aumenta el rol de las transnacionales. Toda compañía grande hoy día es un complejo multisectorial integrado por empresas de producción, comerciales, financieras y de inversión. Existe una red de transacciones de contrato y subcontrato que está vinculada con un gran número de pequeñas y medianas empresas cuya independencia es muy relativa. Al distribuir la producción por los países del mundo, la matriz se acrecienta con un sinnúmero de sucursales. Pero el centro de la toma de decisiones en este conglomerado internacional está definido rigurosamente: es la Oficina Principal.

La eficacia de las Transnacionales es mucho mayor que la de otros monopolios. Porque tienen la posibilidad de salvar las barreras arancelarias, acumular el capital en los sectores más lucrativos, destinar importantes recursos para I + D. La capitalización de las transnacionales principales supera el PIB de la mayoría de los países del mundo.Controlan una mitad de la producción industrial, más del 60% del comercio mundial, más del 80% de la base mundial de patentes y licencias de las nuevas tecnologías y equipos.

Como señaló Lenin, la base del predominio de las transnacionales es la exportación del capital. El volumen de las inversiones extranjeras directas creció 20 veces desde 1982 hasta 2006. Hoy, un 90% de estas inversiones les pertenece a las transnacionales, siendo al mismo tiempo que un 1% de las corporaciones más grandes controlan un 50% del flujo de inversiones extranjeras.

Solamente una parte insignificante de la economía mundial funciona en condiciones de un mercado libre. Los precios de transferencias internos los determinan las propias corporaciones.En general, las transnacionales practican la planificación muy severa que garantiza finalmente el éxito. Fue la planificación la que dio ventajas competitivas especiales al país de los Sóviets. El fundador de la compañía japonesa “THK” Akihiro Teramachi escribió: “En 1939, ustedes, los rusos, eran inteligentes, en tanto que nosotros, los japones, tontos. En 1949, ustedes se hicieron más inteligentes, en tanto que nosotros, los japoneses, todavía éramos tontos. Pero en 1955, nosotros nos hicimos inteligentes, en tanto que ustedes se convirtieron en niños de 5 años. Todo nuestro sistema económico es copia fiel del vuestro. En todas nuestras empresas se puede ver sus consignas de la época de Stalin”.

A pesar de los demagogos, la globalización no cambió el carácter del capitalismo. La obra leninista “Imperialismo, fase superior del capitalismo” tiene carácter profético. Explica el mundo moderno aún en la mayor dimensión que el mundo del año 1916”.

Los mejores cerebros de la modernidad llegan a la siguiente conclusión: el colonialismo político y económico no desapareció en el pasado. Se hizo más sutil y brutal que en el siglo XX. Continúa la ofensiva contra la soberanía de los pueblos. Se aplasta el movimiento de liberación nacional. Se realiza la sustitución de la diversidad cultural por el sucedáneo de la cultura de consumo.Como escribe William Robinson: “la globalización presupone reemplazar el estado nacional como principio fundamental de la vida social bajo el capitalismo”.

La economía mundial se convierte en la producción transnacional.

Los ideólogos liberales tratan de declarar que este proceso no está vinculado al capitalismo y tratan sobre una especie de la realidad “postcapitalista”. Pero como señala el investigador británico Barri Jons, la globalización es la fase superior de la integración capitalista de la economía mundial. Sus colegas agregan que en este caso se trata de la ampliación de las relaciones capitalistas tanto a lo ancho como en profundidad, sobre todos los aspectos de la actividad humana que se multiplican cada vez más.

Hay que comprender exactamente que si la globalización refleja los procesos objetivos de integración de los países y pueblos, el globalismo es la forma moderna del imperialismo que ahoga el mundo en sus brazos brutales.

Estafadores y Saqueadores

La base ideológica del globalismo es el neoliberalismo. En octubre de de 2019, en el IX Pleno del CC del PCFR recordamos que su “padre fundador” es el economista y filósofo austriaco, anticomunista empedernido Friedrich Hayek. Sus ideas es el hibrido del fascismo, racismo social y teoría colonialista de la expansión universal del capital. Su discípulo Friedman convirtió la Universidad de Chicago en el baluarte de los neoliberales. De ella proceden los correligionarios y consejeros del dictador indonesio Suharto, del general chileno Pinochet y del usurpador ruso Yeltsin.

Fue la “Escuela de Chicago” la que acabó la formulación del programa neoliberal. Se basa en la exclusión del Estado de la economía, la privatización total, la “libertad” total del comercio, la reducción del gasto social, la toma por el sector privado de todas las esferas. En la política, el neoliberalismo busca bajo la apariencia de una “sociedad abierta” destruir la soberanía nacional y hacer valer el poder del capital global, sembrando el “caos administrado” como una forma de establecer un nuevo orden mundial. Al Estado se le otorga el papel de un guardia que protege los intereses del capital respecto del pueblo. Como hemos subrayado en los materiales del anterior Pleno del Comité Central: “Heredando formalmente los eslóganes de la libertad de expresión y de las elecciones democráticas, el neoliberalismo excluye la expresión real de la voluntad de las masas. Reconoce sólo el poder total del capital, el derecho de los ricos a “engordar”, y, al resto, a empobrecer y vegetar”.

La naturaleza del neoliberalismo no deja piedra sobre piedra de las teorías altisonantes de la “humanización del capitalismo”. El empobrecimiento de los trabajadores, la profundización de la desigualdad y la injusticia, el aumento de la violencia y la reacción total son similares a la etapa actual del imperialismo con la caracterización de Lenin. Fuerza, fraude, depredación y saqueo”,tales métodos de capitalismo destaca ahora el filósofo marxista occidental David Harvey.

Esta estimación se confirma por miles de ejemplos. El número de hambrientos en el mundo crece sin cesar. Según los datos del Informe de la ONU anual “Situación de la seguridad alimentaria” publicado en julio de 2019, 821 millones de personas sufren hambre, y los que sufren la subalimentación son 2 mil millones de personas. Pobreza, hambre, falta del acceso a la asistencia médica dan sus terribles frutos. Cada año, 5 millones de niños mueren sin alcanzar los 5 de edad. Dos mil millones de los habitantes del planeta están privados del acceso al agua potable limpia. La ONU reconoce que el objetivo de liquidar la miseria extrema antes del 2030 es inalcanzable.

Un grupo de investigadores bajo la dirección de Thomas Pikettyy Facundo Alvaredo redactó el “Informe sobre la desigualdad en el mundo”. En los últimos 30 años, la desigualdad de los ingresos creció prácticamente en todos los países del mundo. Los ritmos más elevados se registraron en Rusia, Estados Unidos y los países de Asia. La causa fue la destrucción de la URSS y la ofensiva del neoliberalismo. El gran capital se lo aprovechó lógicamente. La privatización total, el cambio de los sistemas tributarios, restricción del acceso a la educación, anulación de programas sociales tuvieron su efecto. En el mundo, un 50% de la población pobre tienen dos veces menos ingresos que el 1% de los más ricos. Esta brecha sigue profundizando.

La dramática división social vive actualmente la ex comunidad socialista. En Rusia, la proporción de un 10 por ciento de los más ricos incrementó sus ingresos desde 20 hasta el 55 %. Es uno de los indicadores más altos del mundo.

Todavía en los años de 1990, el Premio Nobel Joseph Stiglitzafirmaba: “Inmediatamente después de ingresar en el Banco Mundial empecé a interiorizarme detalladamente en las situaciones y las estrategias. Cuando expresé mi preocupación por el estado de cosas, uno de los economistas del Banco Mundial que jugaba un rol clave en la privatización expresó enérgicamente su desacuerdo con mis palabras. Citó como ejemplo los atascos de tráfico en las calles de Moscú con un gran número de autos de la marca “Mercedes” … y también las tiendas repletas de mercancías de lujo. Yo no estaba en contra de que muchos rusos se habían enriquecido hasta el punto que con sus coches provocaron atascos y crearon la demanda del calzado de la marca GUCCI, etc. … Pero el atasco de los “Mercedes” en las calles de un país donde el ingreso per cápita es de 4730 dólares (se trata de la renta anual de 1997) es síntoma de la enfermedad, no de la salud. Ello muestra claramente que dentro de la sociedad se opera la concentración de la riqueza en manos de unos pocos, y no es su distribución entre la mayoría de personas”.

El cuadro será aún más elocuente si no solamente miramos los ingresos, sino también la propiedad de la riqueza nacional. Según los datos de los informes anuales del bienestar mundial de la organización “Credit Suisse” la mitad de la riqueza en el planeta les pertenece al 1% de los superricos.

¡Esto es bastante natural, porque después de 2010 la riqueza total de multimillonarios aumenta a una tasa de 13% por año! Esto es seis veces más rápido que los ingresos de los trabajadores y empleados. “Desde 1980, casi en todos los países, ricos o en desarrollo, ha tenido lugar la transferencia a gran escala de propiedad del sector público al sector privado”, explican los autores del Informe Mundial sobre la Desigualdad”. Esta práctica del neoliberalismo convierte el gran capital en beneficiario.

En Rusia, un 10% de los señores adinerados se apoderaron del 83% del bienestar global de las economías familiares. Su proporción crece constantemente. Durante 2019, el número de multimillonarios, si calculamos en dólares, aumentó de 74 a 110 personas, y de los millonarios, desde 172 mil hasta 246 mil personas. Los 23 oligarcas rusos más ricos se hicieron más ricos en 53 miles de millones de dólares.

A diferencia de las personas que figuran en la lista de “Forbes”, los rusos comunes y corrientes siguen empobreciendo. Sus ingresos reales han ido disminuyendo constantemente desde 2014. En este momento, la crisis cada vez más profunda del capitalismo se ha sumado al colapso de los precios del petróleo, la caída del rublo, la epidemia del coronavirus.

La confrontación con el capital también está creciendo. Los estudios muestran que casi el 60% de los habitantes del mundo creen que el sistema capitalista hace mucho más daño que bien a la humanidad. En algunos países, tres cuartas partes de los ciudadanos ya lo piensan. La desilusión masiva con el capitalismo, el viraje de los sentimientos a la izquierda se observan en todos los continentes. En los Estados Unidos, Bernie Sanders, el candidato presidencial que había ganado previamente la nominación presidencial, recibió un apoyo sin precedentes en las primarias. Las manifestaciones masivas han arrasado en los últimos años en Francia, India, Chile, Colombia. Millones de personas insatisfechas en todo el mundo están saliendo a declarar “¡No!” a la pobreza y la reducción de sus derechos. Los gobiernos del capital han lanzado repetidamente a la policía y al ejército contra los trabajadores. Pero la agudización de las batallas de clase es inevitable.

El brote de coronavirus ha exacerbado las contradicciones ya maduradas. El mundo se enfrenta a los desafíos más graves.Solamente el socialismo garantiza la respuesta a ellos. Este fue el caso en la URSS, que fue capaz de resolver los problemas más agudos. Lo mismo lo demostró la China socialista, que logró detener la epidemia más peligrosa por la fuerza de la movilización y las acciones de solidaridad colectiva.

Le explicación de ello es que la principal amenaza para la humanidad es el bacilo del capitalismo. Las múltiples formas de expresión de la crisis global son el anuncio de la quiebra de ese sistema. Y fue predicho científicamente por Lenin. Esta quiebra inevitable que ya se manifiesta en la conciencia de las personas que se rebelan en contra el sistema de explotación, injusticia y mentira total. Rusia tampoco puede eludir el fortalecimiento de la confrontación de clases. La lucha contra la reforma de las pensiones y la protección de las empresas populares demuestran el potencial unificador del Partido Comunista de la Federación de Rusia. En algunos casos, la burguesía hace concesiones. Pero no habrá abandono voluntario de las políticas neoliberales. El capital, más bien ahogará al mundo en la sangre, que frenará sus apetitos. Experimentado susto a los trabajadores, recurre a los servicios de las ideas más inhumanas. Fomenta el fascismo en Ucrania y los países Bálticos. Incentiva el extremismo religioso, mete cizaña entre los sunitas y chiitas en Medio Oriente, musulmanes e hindúes en India. Su racismo se manifiesta en las masacres de los indios de Brasil y Bolivia. Un ejemplo del anticomunismo cavernario fue la resolución del Parlamento Europeo, que equiparó el comunismo con el fascismo y echó la culpa a la Unión Soviética por la Segunda Guerra Mundial. Para ayudar a todos aquellos que están luchando contra las mentiras de los falsificadores cínicos, escribí un artículo “La gran victoria de la civilización soviética. Mitos de los detractores y la verdad de la Historia.” Pido que utilicen activamente los hechos y argumentos allí expuestos.

Víspera de la Revolución socialista

El globalismo conserva otra característica del imperialismo formulada por Lenin. Es el reparto de los mercados por parte de las “grandes” potencias y los monopolios detrás de ellos. La destrucción traidora de la Unión Soviética eliminó a un adversario peligroso y dio a las empresas multinacionales un enorme mercado. Por un corto tiempo, ello estabilizó el sistema capitalista. Pero los apetitos de los depredadores de mercado requerían nuevas víctimas. Sus mandíbulas sangrientas y codiciosas destrozaron Yugoslavia, Irak, Libia, e intentaron tragar a Siria.

La crisis financiera global de 2008 fue la más grave desde la Gran Depresión. Demostró la perdición de los fundamentos del capitalismo global. La disminución de la tasa de ganancia exacerba la lucha por los recursos y los mercados. En los Estados Unidos, esto es especialmente evidente después de que Donald Trump asumiera el poder. Para asegurar los ingresos de las corporaciones estadounidenses, se alejó de las tácticas de alianzas imperialistas, eligió el camino del proteccionismo y la supresión de los competidores. Esto condujo a un aumento de las tensiones con la Unión Europea, Turquía, Japón y una “guerra comercial” con China.

Muy a menudo los golpes militares son continuación de los golpes económicos. Tal es la lógica del imperialismo, y V.I.Lenin lo descubrió genialmente. Pero el capitalismo no es eterno. Al examinar sus contradicciones, Lenin hace la conclusión de que el imperialismo es la víspera de la revolución socialista.

A medida que el imperialismo se desarrolla, hay una concentración de capital financiero, y la fusión completa de las corporaciones con el Estado. Oligarquía recurre activamente a los mecanismos de la ayuda pública. Esto se evidenció en 2008, cuando los gobiernos pusieron en marcha todas las palancas salvando a los creadores de las burbujas financieras. Este escenario se repite en los acontecimientos del año en curso.

La socialización de la producción en el marco de las multinacionales entra en contradicción muy severa con las relaciones de producción capitalistas. Estas relaciones, subraya Lenin, son una especie de envoltura“que ya no se corresponde con el contenido”. Y ella va a agonizar, “si se dilata artificialmente su desaparición”.

La oligarquía financiera siente cada vez más el soplo de los nuevos vientos de la historia. La desaparición inevitable del capitalismo les preocupa más y más. El financista Ray Dalio cuya fortuna se calcula en 17 mil millones de dólares declaró no hace mucho que el crecimiento de la desigualdad crea una situación revolucionaria, y, por ende, se requiere reformar urgentemente el propio sistema.

Pero es imposible curar las lacras del capitalismo. Sólo se puede camuflarlas temporalmente. La solución consiste en el derrocamiento del sistema antihumano. El primer golpe fue infligido por el Gran Octubre. La formación del Estado soviético, la creación de un sistema mundial de socialismo, el derrumbe del colonialismo sacudieron, pero no destruyeron, la hegemonía de la capital. La desintegración de la URSS le dio un respiro temporal, vertió en los miembros decrépitos una porción de sangre fresca.

Sin embargo, es imposible revertir el curso de la historia. La crisis sistémica volvió a agudizarse. La tarea de todos los oprimidos y las personas de buena voluntad es unirse en la lucha por la eliminación del capitalismo. Solamente esta perspectiva garantiza un futuro digno y la supervivencia. Es lo indica con toda claridad el pensamiento científico. En voz cada más alta lo dicen tales prestigiosos científicos como premio Nobel Joseph Stiglitz y el economista más leído en la actualidad Thomas Piketty.

Stiglitz formula sus conclusiones principales de la siguiente manera: “La situación está fuera de control”, “la injusticia social se ha convertido en una amenaza para todo el mundo”. Sus palabras de que el predominio del sistema financiero-crediticio sobre la economía real conduce no sólo a aumentar la desigualdad y la pobreza son muy cercanas al marxismo. Pues este predominio entorpece el desarrollo de toda la economía global.

Piketty va an más lejos. Llama a un reparto masivo de la riqueza mundial. El científico insiste de la limitación legislativa de las dimensiones del capital que pueda tener legalmente una persona. Suponiendo que la oligarquía deba desaparecer completamente como clase, propone medidas con carácter revolucionario social.

Es de subrayar que aquí no se trata de quienes son considerados por la comunidad científica como personas extravagantes y marginados. Las ideas de esos autores constituyen el centro de atención para los economistas y sociólogos. Se discuten entre los políticos. Se estudian en los centros científicos de Europa y América. Los repiten incluso los multimillonarios que comprenden que si el descontento se traduce en estallidos sociales el viento de la historia los borrará implacablemente junto con sus patrimonios. No fue casual que el multimillonario Ray Dalio declarase en una conferencia en Arabia Saudí: “La economía global en los próximos 10 años afrontará los procesos que puedan provocar conflictos y revoluciones. Los choques internos en los países principales en los próximos años cambiarán todo el orden mundial”.John Valdron, presidente del banco muy importante GOLDMAN SAX declaró en voz alta que estaba de acuerdo con esta posición.

Se acerca la bancarrota completa del capitalismo. Los procesos en el planeta confirman la verdad y la actualidad de las ideas de Lenin, la gran fuerza de su llamado al socialismo. Este llamamiento a la humanidad fortalece nuestra fe en la victoria de las ideas de igualdad y justicia social.

Proletariado como sepulturero del capitalismo

Entre las ideas más importantes de Vladimir Ilich Lenin figura la determinación del rol del proletariado en el derrocamiento del poder del capital. Después de Marx y Engels defendía la idea de que la misión histórica de la clase obrera es ser el sepulturero del capitalismo y asumir el papel del creador de la sociedad comunista. Las propias condiciones de la vida de los obreros les hacen capaces de luchar y les impulsan a esta lucha, -subrayaba Lenin-.El capital concentra a las grandes masas de los obreros en las ciudades grandes, les consolida, enseña acciones conjuntas. Con cada paso los obreros tropiezan de cara a cara con su enemigo principal, la clase capitalista. Al luchar contra este enemigo, el obrero se convierte en socialista, toma conciencia de la necesidad de la transformación total de la sociedad y la eliminacióncompleta detoda misera y toda opresión”.

Hoy en día, estas declaraciones son uno de los principales blancos de los ideólogos del sistema burgués y de todo tipo de oportunistas. Afirman que la clase trabajadora como tal ya no existe. En su lugar, dicen, vinieron, aunque fuesen pequeños, los propietarios. Ya tienen algo que perder, y no quieren sorpresas. Pero tenemos que ver la realidad. Sí, las reformas liberales, la desindustrialización, han asestado un duro golpe a la clase obrera de Rusia. Se produjo su reducción numérica, fragmentación, descalificación. Pero sigue formando la mayoría de la población en edad de trabajar. Según “Rosstat”, hay 67 millones de empleados por 1 millón de empleadores. Al mismo tiempo, el número de trabajadores cualificados en la industria, la construcción, el transporte y profesiones obreras afines es de casi 19 millones de personas. Este es el núcleo dela clase obrera.

Si les añadimos a los trabajadores asalariados de comercio, agricultura y silvicultura, piscicultura y pesca, así como especialistas de diversas industrias, o proletarios del trabajo intelectual según Engels, quedará claro: la clase trabajadora es la fuerza social más grande de Rusia.

Lo mismo se refiere a la mayoría de los países del mundo. El total de los asalariados en el planeta supera 2 mil millones. Los ocupados en la industria son 760 millones. Esto es, 200 millones más que hace veinte años y mucho más que al final del siglo pasado.

Pero lo que importa no solamente son los números. Lenin enfatizó que el poder del proletariado en el desarrollo histórico es inconmensurablemente mayor que su participación en la población total. Sin embargo, para que la clase trabajadora se convierta en un motor del cambio revolucionario, debe tomar conciencia de sus intereses de clase. El proletariado necesita entender plena y claramente que si se conserva la burguesía, inevitablemente será objeto de su explotación, porque el capitalista sólo puede obtener ganancias en el proceso de trabajo asalariado.

Mientras predomine la propiedad privada y el mercado capitalista, el poder de la burguesía permanecerá. Mientras los medios de producción permanezcan en manos del capital, el proletario venderá su mano de obra para sobrevivir. En estas circunstancias, no se puede hablar de la justicia social.

Marx y Engels enfatizaron en su tiempo que para liberarse de la opresión, el proletariado debe convertirse en una “clase en sí”, y darse cuenta de sus intereses especiales, crear una organización y presentar un programa. El proletariado primero debe ganar el dominio político, elevarse a la posición de la clase nacional, constituirse como nación”, señala el “Manifiesto del Partido Comunista”.

Solamente una lucha consecuente por sus propios intereses lo convierte a la clase obrera en “clase en sí”. La politización del movimiento obrero nace en la lucha económica en el puesto de trabajo. La lucha de los sindicatos de los trabajadores contra los empleadores es una escuela necesaria para el proletariado. Ayuda a desarrollar las habilidades de la organización y entender la relación mutua entre la economía y la política.

En la obra “¿Qué hacer?”, Lenin subrayó: “La lucha de los trabajadores con los propietarios de las fábricas por sus necesidades diarias, por sí misma e inevitablemente afronta a los trabajadores con cuestiones estatales, políticas, cuestiones sobre cómo se gobierna el Estado ruso, cómo se emiten las leyes y reglamentos y a los intereses de quiénes sirven”. Lenin justificó el principio de que la conciencia socialista no surge espontáneamente. Es introducida en las masas proletarias por el partido revolucionario. Así, las construcciones ideológicas del “economicismo” se rompieron, con su adoración a la espontaneidad en el movimiento obrero y la prioridad de la lucha por mejoras económicas parciales.

Respondiendo a ello Lenin, subrayó la importancia de la teoría revolucionaria. Mostró una conexión inseparable de todas las formas de lucha de clases del proletariado: política, económica e ideológica. Al mismo tiempo, sólo el partido marxista puede ser la fuerza rectora del movimiento obrero masivo. Es el partido que debe ser su organizador y señalar el camino, basándose en la teoría.

Partido de nuevo tipo

El genio de Lenin encontró una expresión magistral también en las cuestiones de la construcción del partido. “Sin la teoría revolucionaria tampoco puede haber el movimiento revolucionario… Solamente el partido guiado por una teoría revolucionaria podrá desempeñar el papel del luchador de vanguardia”, escribió Lenin. La tarea de su creación fue cumplida de una manera brillante.

Una organización esmerada y una disciplina estricta en el partido proletario significaron una separación decidida del sectarismo. Como escribió Lenin: “Todos los segmentos sanos y en desarrollo de toda la nación son sinónimo de la democracia y el socialismo, pero para librar una lucha sistemática contra el gobierno, debemos llevar la organización revolucionaria, la disciplina y la técnica de conspiración al más alto grado de perfección”.

La organización marxista de los trabajadores debe ser irreconciliable con el oportunismo, el revisionismo y la conciliación. Este es el partido -el partido de los bolcheviques- que Lenin creó. Fue él quien formuló el principio del centralismo democrático, que es obligatorio para el partido verdaderamente comunista. Hoy, como antes, figura entre las disposiciones fundamentales de los Estatutos del PCFR.

El Partido Bolchevique se convirtió en un nuevo tipo de partido proletario. Por sus principios, formas y métodos de trabajo correspondía plenamente a las condiciones de la era del imperialismo y la revolución socialista. Los Estatutos del POSDR elaborados por Lenin preveían la transformación del partido en una organización de combate revolucionaria, donde cada uno es un luchador abnegado. Esta fue una diferencia fundamental con respecto a los partidos de Europa Occidental de la Segunda Internacional. En las condiciones de lucha parlamentaria legal, perdieron su carácter revolucionario, se deslizaron hacia el camino del acuerdo con la burguesía. Siempre lo recordamos, advirtiendo al partido de que no se aficione tanto con el parlamentarismo.

Los leninistas apreciaban como callejón sin salida también los métodos de los populistas revolucionarios y los eseristas. La consecuencia directa de las tácticas de conspiraciones y terror es la separación de las masas. Para el partido marxista, la proximidad a las masas y el trabajo incansable con ellos son obligatorios. La cohesión de la clase trabajadora en torno al partido marxista es la condición más importante para unir a todos los trabajadores, para crear su alianza para una revolución socialista exitosa. Esta unión, como señaló Lenin, sólo es posible en forma de la dictadura del proletariado, es decir, el poder de la mayoría trabajadora.

Los anticomunistas usan el término “dictadura del proletariado” como espantapájaros. Pero Lenin insistió constantemente en que lo más importante en ella no era la violencia, sino la unificación de la mayoría de los trabajadores para destruir la dictadura del capital. Es por eso que la dictadura proletaria es “un millón de veces más democrática que la república burguesa más democrática”.

La historia demostró que Lenin tenía razón. El desarrollo creativo del marxismo, la idea de la alianza del proletariado y el campesinado trabajador, la creación de los Sóviets como la mejor forma del Estado proletario permitieron la victoria de la Gran Revolución Socialista de Octubre. El surgimiento del Estado soviético fue un gran paso adelante. La comprensión de las antiguas esperanzas de justicia de la humanidad ha comenzado. El colapso del sistema de clases, que dividió a las personas en amos y esclavos, liberó las fuerzas escondidas en las masas. La disciplina bolchevique se convirtió en una de las condiciones del Gran Octubre y la victoria en la lucha contra los intervencionistas y sus cómplices de la Guardia Blanca.

La industrialización, la revolución cultural, la derrota del fascismo, la exploración espacial se han convertido en hitos del movimiento progresivo de la sociedad socialista hacia el futuro. Gran Octubre sirvió como un impulso para el despertar de los pueblos de las colonias y los países dependientes. Es Lenin quien formuló la idea de un frente revolucionario-democrático unido contra el imperialismo. Tales tácticas llevaron al derrumbe de los imperios coloniales, a las victorias de las fuerzas revolucionarias en China, Vietnam, Corea, Laos, Cuba.

Ni la contrarrevolución de principios de la década de 1990, ni la destrucción de la URSS, ni las dificultades resultantes en el movimiento comunista mundial devaluaron el legado de Lenin. La crisis del capitalismo, la pauperización de los trabajadores, la renuencia de los pueblos a vegetar en una injusticia salvaje hacen que el socialismo sea más atractivo. Tenemos derecho a decir aún más: sólo nuestras ideas salvarán a la humanidad del abismo en el que el mundo empuja la demencial hegemonía del capital. Como en los años de la lucha contra el fascismo, sólo los comunistas son capaces de proteger a la civilización de la reacción más violenta.

Para lograr el objetivo, necesitamos un partido fuerte ideológica, organizativa y moralmente. Es necesaria una estricta disciplina consciente como disciplina de la lucha de clases del proletariado por el poder de los trabajadores. Fue Stalin quien la llamó como disciplina de hierro. Las normas estatutarias son obligatorias para todos. La condición de miembro del Comité Central o del Secretario del Comité Regional no son una credencial para el privilegio. La confianza de los camaradas debe justificarse trabajando con energía triple. Y la responsabilidad aquí es especial.

Ejemplo leninista de la disciplina

Sin una estricta disciplina, el partido del nuevo tipo no podría tener lugar. Para evaluar su esencia, Lenin consideró importante profundizar en el análisis del problema del antagonismo entre los intelectuales y el proletariado. Al igual que otros marxistas, Lenin definió las características típicas de los intelectuales burgueses “flojos” y la filosofía de los elegidos, “los de encima de la masa”. Los elegidos consideran la disciplina del partido como obligatoria para los demás, pero no para sí mismos.

Por supuesto, el antagonismo entre los intelectuales y el proletariado es de un tipo diferente que entre el trabajo y el capital. El intelectual no es capitalista. Se ve obligado a vender el producto de su trabajo, y a menudo su fuerza de trabajo. Con frecuencia tolera la explotación capitalista y la disminución social. El intelectual no tiene ningún antagonismo económico para con el proletariado. Pero su posición de vida no proletaria y sus condiciones de trabajo dictan lo específico de su pensamiento. Estas características fueron observadas por Karl Kautsky, a quien Lenin apoyó incondicionalmente en sus conclusiones.

En 1904, en su obra “Un paso adelante, dos pasos atrás” Lenin después de los social-demócratas europeos que aún se mantenían firmemente en las posiciones marxistas, subrayaba que toda la fuerza del proletariado se alimenta con la organización. Se siente grande cuando es parte integrante de un organismo fuerte. El proletario lucha en tanto siendo una partícula de una masa grande de correligionarios. No busca beneficios personales y gloria, y se subordina voluntariamente a la disciplina, cumple su deber en cualquier puesto.

Este no es el caso del intelectual. Sus armas no es el poder de la acción colectiva, sino sus cualidades personales, conocimientos y habilidades. Reconoce la necesidad de disciplina para las masas, pero no para las “almas escogidas”. Tales puntos de vista obstaculizan claramente la lucha de clases, que exige subordinar a todos sus participantes a un objetivo común: el establecimiento de la dictadura del proletariado.

Por supuesto, muchos socialdemócratas y bolcheviques procedían de la clase de intelectuales. Pero estaban completamente imbuidos del estado de ánimo proletario, marchaban a paso firme en las filas de los luchadores, trabajaban en cualquier puesto, se subordinaban por completo a la causa de la clase trabajadora. Carlos Marx y Federico Engels en su“Manifiesto del Partido Comunista” daban ejemplos de una estricta disciplina.

La vida siempre ha dividido a los intelectuales en la revolucionaria, lista para una disciplina dura, y la burguesa, que huía de la lucha de clases. Lenin destacaba sobre todo a los intelectuales obreros. Como unidad avanzada de la revolución, allanó el camino para que el proletariado luchara contra el zarismo y la burguesía. El heroísmo de las barricadas de la Primera Revolución Rusa presentó una gloriosa pléyade de trabajadores intelectuales. Entre ellos: Ivan Babushkin, Kliment Voroshilov, Mikhail Kalinin, Alexander Shotman, Inokenti Dubrovskiy, Grigory Petrovsky, Alexandra Artyukhin, Anatoly Vanin, Petr Zaporozhets.

Muchos representantes de los intelectuales obreros cayeron en los campos de batalla de la Gran Guerra Patria. Antes de la batalla con el fascismo, lograron recorrer el camino de dominio las ciencias, formaron la columna vertebral de la pléyade de constructores de socialismo.

La Patria no olvidará a los destacados representantes de los intelectuales prerrevolucionarios, que sirvieron honestamente al poder soviético. Son los académicos Pavlov, Fersman, Vernadsky,los escritoresGorky, A. Tolstoy, Mayakovsky,los directoresStanislavskyyNemirovich-Danchenko.

El orgullo de la multinacional URSS lo representaban las mejores figuras de los intelectuales Kurchatov y Korolev, Semenov y Kapitsa, Khariton y Landau, Keldysh y Paton, Koptyug y Alferov. Ellos fueron un vivo ejemplo de alta disciplina y creación implacable, continuando la tradición de los grandes intelectuales del tipo proletario Lenin y Stalin.

La historia ha confiado al Partido Comunista de la Federación Rusa una noble misión: unir todo lo pensante y honesto. A finales del siglo XIX, Lenin señaló que existía una intelligentsia obrera” en Rusia, e insistió en que “debemos hacer todo lo posible para asegurar que sus filas se expandan constantemente, que se cumplan sus altas demandas mentales, que los líderes del Partido Obrero Social-Demócrata de Rusia nazcan en sus filas“.

Convertirse en un verdadero intelectual obrero significa superar la actitud pequeñoburguesa ante la disciplina. No es un fenómeno formal para el partido, no burocrático, no separado de los altos pensamientos y sentimientos morales. En 1904, el líder proletario escribió: “La burocracia puede ser traducida al ruso con una palabra: localismo. Burocracia significa subordinar los intereses de trabajo a los intereses de la carrera, prestar especial atención a los lugares comunes e ignorar el trabajo…“.

Lenin enfatizó que en la política, el individualismo intelectual conduce al oportunismo. Luchó incansablemente por la unidad del partido. La disciplina del partido bolchevique elevó el papel histórico de la vanguardia proletaria, y los mencheviques fueron relegados al pantano del oportunismo.

El bolchevismo se atemperó en la lucha tanto contra los mencheviques obedientes al capital, como con el revolucionarismo pequeño burgués de los eseristas, y el nihilismo intelectual de los anarquistas. Perfeccionó el enfoque de clase para el análisis de hechos y fenómenos, no permitió las desviaciones izquierdizantes ni las componendas con la burguesía.

El bolchevismo cultivaba la disciplina del respeto mutuo y la confianza, exigiéndose unos a otros, apertura y transparencia.Su condición obligatoria es el colectivismo en el trabajo y la colegialidad en la toma de decisiones. Lenin pidió esa disciplina durante el período de unidad del POSDR hasta 1912. Insistió en la crítica partidista abierta, consideró inaceptable “ocultar al partido las razones emergentes y crecientes de la división”. Pero, la crítica amistosa abierta era posible, según Lenin, “mientras la lucha no conduzca a la anarquía y la división”.

En 1921, el partido se enfrentó a una crisis originada por la discusión sobre los sindicatos, y Vladimir Ilich identificó medidas para suprimir el individualismo intelectual y anárquico. Denunció el “unilateralismo, la fascinación, la exageración, la terquedad” de Trotski y la disciplina grupal de la “oposición obrera” en contraposición a la disciplina general.

El enfoque de Lenin implicó criticar sobre a la esencia del asunto, con la eliminación completa del fraccionalismo. Tal crítica pretende tener en cuenta la posición del partido, para evitar que sus formas sean “capaces de ayudar a los enemigos de la clase del proletariado”. Tampoco es aceptable utilizar la crítica en intereses especulativos y reemplazarla con críticas para alcanzar los objetivos de la carrera.

Los complicados virajes en la historia del PCUS enseñaron lecciones importantes y trágicas al movimiento comunista. Además, son importantes para nosotros porque la mayoría del PCFR la integran no representes de la clase obrera. Son trabajadores de la intelectualidad, empleados y la pequeña burguesía. El trabajo individual y el trabajo en colectivos pequeños hace a esta gente más susceptible a la influencia del individualismo y el egoísmo de grupo. Esto influye sobre el cambio de generaciones en el PCFR en condiciones del anticomunismo que se convirtió en una parte integrante de la política estatal de la Rusia moderna.

La situación requiere que seamos estrictos y respetemos principios para lograr evaluaciones comunes y garantizar la unidad de acción. Es extremadamente imperioso que prestemos más atención a los temas de la ideología, la teoría y el perfeccionamiento ideológico de nuestros camaradas. La severa oposición entre el partido y el régimen gobernante dicta una y otra vez un requisito de hierro: ¡observar estrictamente las normas del centralismo democrático!

Hoy, viene al partido una generación con conceptos de vida no siempre sólidos. Se unió a nuestras filas sobre la ola de protestas. Tiene segmentos de triunfalismo, arribismo e imprecisión ideológica. A veces nuestros jóvenes camaradas están expuestos al alboroto y al pánico burgués, a los cambios de humor, a las explosiones del activismo y a la depresión. El mundo virtual de las redes sociales es capaz de reemplazar en su percepción el estado real de la sociedad y la comprensión del equilibrio de las fuerzas políticas. El bagaje teórico de muchos es escaso.

La fortaleza ideológica leninista de los nuevos militantes del Partido es sumamente importante para la causa a la que estamos sirviendo. Entendemos que los jóvenes comunistas necesitan una preparación adecuada. Para ello, el Partido creó el Centro de Educación Política que funciona a perfección.tenemos todos los motivos para agradecer a sus organizadores y docentes. Ahora podemos y debemos avanzar más. Hay que hacer cuanto sea posible para reforzar y desarrollar ampliamente los programas del Partido de carácter académico y educativo.

Lenin y la Gran Victoria

Son dos aniversarios que celebramos con un intervalo muy corto: el Aniversario de natalicio de V.I. Leniny 75 años de la Victoria del pueblo soviético en la Gran Guerra Patria.

Estatua de Lenin de bronce, álamos cubiertos de polvo

Ruinas de la estación de ferrocarril

Por la tarde, los alemanes ocuparon la ciudad

Y derribaron la estatua del pedestal …

El Oberst fascista durmió como un lirón por la noche,

Y, al despertar, casi se volvió loco del miedo:

Como antes, Lenin se erigía en bronce,

Por la fuerza invisible resurgido.

Este poema de Stepan Shipachev fue publicado en los primeros días de la Gran Guerra Patria. Sus líneas reflejaban no sólo el gran y conmovedor episodio de la batalla contra el fascismo. En nuestro tiempo, el significado simbólico de esta historia poética no ha hecho más que aumentar. Recuerda espectacularmente la batalla implacable entre los herederos de la verdad de Lenin y sus enemigos.

El gran Sholojov al comienzo de la lucha sin cuartel contra fascismo envió a Moscú desde el pueblo de Veshenskaya el siguiente telegrama: “¡Querido camarada Tymoshenko! Les pido que acepten el Premio Stalin del primer grado que se me otorgó el Fondo de Defensa de la URSS. En cualquier momento de su llamada estaré listo para convertirme en un miembro del Ejército Rojo de los Trabajadores y Campesinos. Hasta la última gota de sangre listo para defender la patria socialista, la gran causa de Lenin-Stalin.” Bajo estas palabras hay una firma: el comisario del regimiento de reserva del Ejército Rojo de los Trabajadores y Campesinos, escritor Mijaíl Sholojov. Y esta firma es fundamentalmente importante.

A principios de junio de 1941, el comando de la Wehrmacht envió una orden especial a las tropas. Ordenó no tomar como prisioneros a los comisarios y dirigentes políticos, para fusilarles en el acto. Fue venganza por los principios, las ideas, y la firmeza formados por Lenin. El partido leninista no podía someterse, no podía no quebrantar el pescuezo a la infame bestia fascista.

No es casualidad que el genio de Vladimir Mayakovski haya producido una importante fórmula poética: “Cuando decimos Lenin,
entendemos Partido. Cuando decimos Partido, entendemos Lenin”
. Identificando estas dos imágenes, Mayakovski hizo hincapié en lo impecable de los orígenes espirituales de la ideología partidista. Lenin no sólo es un estratega y organizador, un revolucionario y un estadista. Lenin es un político iluminado de su tiempo.

Sus gustos y convicciones formaron Nekrasov, Herzen, Belinsky, Saltykov-Shchedrin y Chernyshevsky. En 1902, habló del “valor universal que ahora adquiere la literatura rusa”. Lenin está orgulloso de la cultura rusa, llama la obra de León Tolstoi como “espejo de la Revolución Rusa”. En el duro 1918, tiene sobre su mesa un volumen de poemas de Fiódor Tyutchev, y, en 1919, en la obra “Sobre las tareas de III Internacional” llama la atención sobre la novela de Henri Barbusse“Fuego” como artísticamente convincente y excepcionalmente útil para la formación de una conciencia revolucionaria de la personalidad.

La Revolución Rusa dio origen a imágenes artísticas únicas. Como la imagen del comisario en nuestra literatura. Fueron creados por Furmanov en “Chapaev”, Vishnevki en “Tragedia optimista”, Sholojov en “Campos roturados”.

Los escritores de Rusia eran sensibles al movimiento victorioso del socialismo. Aceptaron las ideas del comunismo con su corazón. Esta sinceridad fue sentida aguda y sensiblemente por los escritores progresistas extranjeros. Respondieron a la majestuosa canción de la Revolución Rusa. Ayudaron a comparar el siglo XX con un eco rotundo del avance hacia el socialismo. Este gran llamamiento formó a generaciones de personas soviéticas que no se inclinaron ante la peste nazi, sobrevivieron y ganaron.

El heroísmo masivo de los soldados soviéticos lo inspiró el ejemplo personal de los comisarios políticos. La historia recuerda sus nombres. Subcomisario político Efim Fomin en la fortaleza de Brest. Comisario político Alexander Pankratov, que repitió la hazaña de Alexander Matrosov. Comisaria política Alexandra Nozadze de lacompañía de ametralladoras, que murió guiando a combatientes bajo una tormenta de fuego. El comisario político del escuadrón Andrei Danilov, quien en junio de 1941 derribó y embistió a tres aviones “Messerschmitts”.

Los invasores alemanes consideraban a loscomisarios políticos del Ejército Rojo como una fuerza de choque del Partido Bolchevique. En el mapa de Moscú, que fue encontrado a un piloto alemán cuyo avión fue derribado, como el objetivo principal de los ataques estuvo marcada la Academia Política Militar “Lenin”.

Uno de los historiadores alemanes que escribió sobre la guerra fue Paul Karel. Detrás de este nombre se escondía el oficial de SS , Schmidt. En la obra del “Frente Oriental” exploró especialmente el papel de los comisarios rojos. El autor escribió: “Desde la batalla de Kursk, el comisario soviético ha sido visto cada vez más como un apoyo en la lucha contra jefes miopes y burócratas tontos… De hecho, los comisarios eran soldados políticamente activos y confiables cuyo nivel general de educación era superior al de la mayoría de los oficiales soviéticos… Estas personas fueron la principal fuerza motriz de la resistencia soviética. Pueden haber sido despiadados, pero en la mayoría de los casos no se han escatimado a sí mismos”. Eso es lo que nuestro enemigo afirmó. Y estas palabras son la evaluación más alta de la fuerza de nuestra ideología.

En la batalla contra el fascismo, el partido utilizó con éxito el poderoso poder de la palabra. Las palabras de Stalin “Hermanos y Hermanas” penetraron en las profundidades del alma del pueblo. Ella fue conmovida por los poemas de los poetas soviéticos. Hasta hoy día a muchos corazones los conmueve hasta las lágrimas un poema de Konstantin Simonov“Te acuerdas, Alyosha, de los caminos de Smolensk”. El poder espiritual del “himno” de la Gran Guerra Patria “Levántate, el inmenso país” es colosal.

La palabra del partido de Lenin combatió al lado de los soldados del Ejército Rojo. Es por eso que la maravillosa canción de Mikhail MatusovskyComisarios” sonaba desde las radios de posguerra en toda la Unión Soviética:

Levantaban a los soldados al ataque,

asestando golpes al enemigo:

llamados como dirigentes o vice- comandantes políticos,

¡O, como llamaban antes, comisarios!

En la isba destruida por el fuego,

Resistiendo 5 días y noches seguidas,

Y el último cartucho,

se lo dejaban a sí mismos como condecoración.

¡Y, con el alba, otra vez al ataque!

Y el camino a recorrer sin medir distancias.

¡Vencer o morir,

es su principal tarea del Partido!

La Gran Guerra Patria mostró que la ideología de la justicia y la formación de la mundividencia socialista permitieron a nuestros abuelos y padres a resistir en las condiciones más terribles. Bajo la dirección del Partido de los bolcheviques el pueblo soviético logró reunir fuerzas para la lucha y la victoria. La potencia del socialismo creada por Lenin dio al mundo el ejemplo del heroísmo inusitado. Su Ejército Rojo bajo el mando del Generalísimo Stalin trajo la libertad a los pueblos de Europa e izó la Bandera Roja sobre el Reichstag rendido. La bandera victoriosa con hoz y martillo la defendimos en tiempos de la transformación bárbara emprendida por el partido gobernante. ¡Ahora a despecho de los enemigos flamea orgullosamente sobre nuestro país y las columnas del Regimiento Inmortal!

Medicina contra la peste

Treinta años de neoliberalismo garantizaron a Rusia un retroceso en todos los frentes. La restauración del orden capitalista trajo aparejada una regresión trágica, la desindustrialización, una profunda crisis socioeconómica y cultural. En busca de ganancias, la clase dominante no es capaz de aceptar la gran imagen del futuro que condujo el progreso del pueblo soviético, inspiró sus hazañas, descubrimientos y logros.

El régimen gobernante tiene objetivos muy diferentes. Son puramente utilitarios y están asociados con los intereses de un puñado de oligarcas. A medida que sus ganancias crecen, la ciencia decae, las altas tecnologías estancadas, la educación y la salud se están degradando, y la desigualdad social está rompiendo récords. La burguesía rusa y su gobierno no dudan en ni siquiera meterse en los bolsillos de los ancianos. El desprecio por las personas dio lugar a una reforma de las pensiones y la negativa de “Rusia Unida” a aprobar una ley federal sobre los “hijos de guerra”.

20 millones de nuestros conciudadanos viven en extrema pobreza. Pero las cifras oficiales son subestimadas. Incluso “Rosstat” lo reconoció. Según él, la mitad de las familias rusas no tienen suficiente dinero para adquirir bienes duraderos. Sólo el 2,7% de los rusos pueden comprar lo que quieran.

La caída de los ingresos reales, los escasos subsidios, la disminución de la accesibilidad y la calidad de la salud y la educación han llevado a una nueva ola de despoblación. El año pasado, el declive natural de la población rusa fue un récord de los 11 años. El flujo de migración no compensó las pérdidas. La población se está reduciendo de nuevo. La principal causa de la despoblación fue la disminución de la natalidad. Afectó a 80 de las 85 regiones. Además, en las regiones de Ivanovo, Nóvgorod y otras regiones, la tasa de natalidad se desplomó entre un 18 y un 23 por ciento. La naturaleza catastrófica de lo que está sucediendo es evidente.

Pero las autoridades no se desvían del camino liberal. El plan de privatizar la propiedad pública para 2020-2022 corrige la disposición a subastar el banco “VTB”, “Sovcomflot”, puertos marítimos de Novorossiysk y Majachkala, “Almazyuvelirexport”, un total de cientos de activos públicos.

Rusia se enfrenta a la amenaza de la supervivencia como Estado independiente. El capital mundial está ansioso por beneficiarse de los recursos de nuestro país. La burguesía doméstica tarde o temprano cederá a la embestida de depredadores más fuertes. Sólo el poder de los trabajadores puede salvar a Rusia. Y en esto consiste el acierto y el valor vital de los legados de Lenin. Vuelva a leer el brillante trabajo del líder bolchevique La catástrofe que nos amenaza y como combatirla . Y verán que: cada una de sus palabras suena como campanadas e indica una manera de salir del atolladero. ¡El sistema de medidas expuestos por Lenin sigue siendo el único que podrá salvar a Rusia hoy en día!

El programa del PCFR asimiló los legados de Lenin. Los actualizó a las demandas del momento presente y los convirtió en nuestro Programa Anticrisis. Las ideas creativas del partido se reforzaron en su actividad legislativa. El Segundo Foro Económico de Oriol resumió nuestras propuestas como base para una lucha significativa en el parlamento y en la calle, en el colectivo laboral y en unidad con los aliados.

Los intereses de los trabajadores son defendidos honesta, profesional y activamente por el equipo del PCFR. En sus áreas, este trabajo está organizado por: I.I. Melnikov, V.I. Kashin, Y.V. Afonin, D.G. Novikov, N.V. Kolomeitsev, S.E. Savitskaya, N.M. Kharitonov, N.N. Ivanov, L.I. Kalashnikov, V.S. Shurchanov, K.K. Taisayev, V.V. Chikin, B.O. Komotsky, O.N. Smolin, A.A. Kravets, N.I. Osadchiy, T.V. Pletneva, S.A. Gavrilov, A.V. Kurinny, N.A. Ostanin, A.A. Ponomarev, S.I. Kazankov, L.G. Baranova, L.N. Shvets, L.N.Dobrokhotov y muchos otros más.

El Partido Comunista de la Federación de Rusia se convirtió en un partido que respondió inmediatamente a la propuesta de reformar la Constitución. La actual Ley Fundamental el país la heredó de los tiempos alborotos borrachos y sangrientos de Yeltsin, y los fusilamientos. En general, requiere un reemplazo completo. Las autoridades, por supuesto, no se atrevieron a hacerlo. Pero al “imprimir” el texto de la Constitución, el régimen gobernante admitió implícitamente que no satisface las demandas de la sociedad.

Como fuerza política, simplemente tenemos que aprovechar al máximo el debate público que ha surgido. Sí, el gobierno está tratando de “moderarlo” rígidamente. Pero estamos acostumbrados a luchar con el aparato administrativo y propagandístico coercitivo.

El Partido Comunista tiene una posición correcta. Es completamente en interés de los trabajadores.Tiene que avanzar con confianza. Permítanme recordarles la esencia de nuestras quince ideas principales de reforma de la Constitución:

1. Propiedad del pueblo de Rusia sobre sus recursos naturales.

2. Rol del pueblo ruso como formador del Estado en la familia de los pueblos iguales en derechos de nuestro país.

3. Edad de jubilación: 60 años para hombres, 55 años para mujeres.

4. Indización de las pensiones, prestaciones sociales y becas de acuerdo con el índice de crecimiento de los precios de consumo anualmente.

5. Tasa mínima del salario y pensiones de jubilación no menos del mínimo vital.

6. Pagos por los servicios comunales no más del 10% de los ingresos familiares.

7. Control sobre el trabajo de los funcionarios, afianzamiento de los conceptos “demanda parlamentaria”, “investigación parlamentaria”.

8. Derecho de la Duma Estatal a decidir la cuestión de la confianza o la desconfianza al gobierno, sus ministros, viceprimeros ministros, jefes de las autoridades ejecutivas federales.

9. Elección del Consejo de la Federación, gobernadores y alcaldes por la población mediante la votación secreta directa sin “filtros”.

10. Elección de los jueces de paz, distritales y urbanos.

11. Castigo severo por falsificar los resultados de la votación como una infracción de atentar contra los fundamentos del orden constitucional.

12. Definir como tareas del Banco de Rusia el crecimiento económico y la elevación del bienestar de los ciudadanos.

13. El derecho de los órganos de autogobierno de tal parte de los ingresos tributarios que garantice el ejercicio de sus poderes.

14. Una profunda reforma de la Constitución en interés del pueblo. Formación de la Asamblea Constitucional.

15. Aprobación de una nueva Ley del Referéndum. La aprobación por el referéndum de las enmiendas de la Asamblea Constitucional.

Hoy la tarea es continuar la campaña de agitación, explicar nuestra posición de una manera activa. Con un trabajo bien estructurado, recibe el apoyo más amplio. Para el partido y sus aliados, esta es una etapa importante de movilización en el camino a las grandes campañas electorales. Los preparativos para ellos ya están en el centro de la atención de todo el Comité Central y, en particular, del Estado Mayor del Partido Comunista para las elecciones bajo la dirección de I.I. Melnikov.

En general, la “reparación” de la Constitución responde a la solicitud de la sociedad de implementar cambios. Pero el comportamiento de los círculos gobernantes está dominado por la imitación, y su “reforma” también se ha convertido en una operación de cobertura para la “reducción a cero” de los mandatos presidenciales. Sólo el grupo del Partido Comunista votó en contra. Este hecho debería estar en el centro del trabajo propagandístico de nuestras células. Sirve como una importante línea divisoria en la evaluación de principios de la conducta de los partidos políticos. Especialmente, de los que están representados en el parlamento.

Nuestro partido está llamado a unir a todas las fuerzas sanas del país en un frente verdaderamente popular de resistencia y victoria. Pedimos la cohesión de todos los que asocian su futuro con Rusia, y no preparan “aeródromos de reserva” en forma de mansiones lujosas y cuentas bancarias en el extranjero.

El núcleo de la unión victoriosa de los trabajadores sólo puede ser el proletariado con la vanguardia de su partido. En octubre de 2014, dedicamos el Pleno del Comité Central a la posición de la clase obrera. El crecimiento de la influencia del Partido Comunista en el entorno proletario es nuestra tarea más importante. El Comité Central ha afirmado repetidamente la importancia de involucrar ampliamente a los trabajadores en las filas del Partido Comunista, protegiendo su espíritu proletario. No es cuestión de la tradición sino una necesidad imperiosa. Sólo un fuerte núcleo proletario pondrá una barrera a la regeneración pequeñoburguesa, a la conciliación oportunista, a las ilusiones parlamentarias, al miedo a trabajar en medio de la gente. V.I.Lenin advirtió de esta amenaza, afirmando que la esencia del oportunismo es el sacrificio de los intereses perdurables y sólidos del proletariado a sus intereses oropelescos y minúsculos“.

La naturaleza proletaria del partido implica un aumento de la influencia entre los trabajadores y en los sindicatos. Sí, no hay suficientes sindicatos combativos. Es aún más importante aumentar su presencia en ellos. Lenin recordó: “Solamente a través de los sindicatos, a través de su interacción con el partido de la clase obrera, el desarrollo del proletariado no podía ni puede tener lugar en ninguna parte del mundo “.

Sólo convirtiéndonos en la vanguardia del movimiento obrero, trayendo en él la conciencia socialista, formaremos un verdadero puño de lucha. Esto es especialmente importante para el amplio Frente Popular. No disolverse entre otros compañeros de viaje, ser el centro de las fuerzas patrióticas de izquierdas el partido sólo lo puede hacer a través de una influencia segura en los trabajadores. Recordemos el principio leninista: “A través de todos los compromisos, dado que son inevitables, seamos capaces de tener lealtad a sus principios, a la propia clase, a su tarea revolucionaria”.

No se puede seguir adelante sin ir al socialismo. Es nuestro principal objetivo. Debe estar subordinado a todos, los sindicatos, y los compromisos, y la agitación, y el trabajo en las autoridades, y la participación en las elecciones, y la actividad callejera. Aquí está el legado leninista a nosotros, los comunistas del siglo XXI: Al educar el partido obrero, el marxismo educa la vanguardia del proletariado, capaz de tomar el poder y conducir a toda la nación al socialismo, a dirigir y organizar un nuevo sistema, a ser maestro, dirigente, líder de todos los trabajadores y explotados en la estructuración de su vida social sin la burguesía y contra la burguesía.”

Consolidar la solidaridad

Desarrollando la doctrina del imperialismo, Lenin formuló la ley del desarrollo económico y político desigual del capitalismo. En tales condiciones, es inevitable la diferencia temporal de la maduración de las revoluciones socialistas en diferentes países. De ello se deduce la conclusión extremadamente importante: “El socialismo no puede ganar simultáneamente en todos los países. Ganará inicialmente en uno o más países, y el resto durante algún tiempo permanecerán burgueses o preburgueses“.

Además, Lenin justificó la tesis sobre la diversidad de formas de transición de las naciones al socialismo. Señaló: “Todas las naciones llegarán al socialismo, es inevitable, pero no todas vendrán del mismo modo, cada una traerá originalidad de una u otra forma de democracia, en uno u otro tipo de dictadura del proletariado, a uno u otro ritmo de transformaciones socialistas de diferentes aspectos de la vida pública”.

A pesar de las diferencias de velocidad, las fuerzas motrices, las formas específicas de lucha de los trabajadores por el socialismo, su solidaridad internacional es vital. Lenin prestó la mayor atención al internacionalismo. La traición de los líderes de la Segunda Internacional, que apoyaron la matanza mundial, confirmó la necesidad de unir a los trabajadores de todos los países. Es imposible no recordar la campaña masiva de solidaridad con la Rusia soviética en los países occidentales. Desempeñó un papel importante en el cese de la intervención extranjera contra el país de los soviéticos.

El mérito de Lenin es que ha descubierto tal forma de internacionalismo como la solidaridad de los movimientos proletarios y de liberación nacional. “Realmente actuamos ahora no sólo como representantes de proletarios de todos los países, sino también como representantes de los pueblos oprimidos”, dijo Vladimir Ilich en 1920. Esta idea será claramente expresada por José Stalin en el XIX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética.

La creciente agresividad de los globalistas exige hoy fortalecer el frente internacional contra la omnipotencia del capital. Las reuniones internacionales de los partidos comunistas y obreros se celebran periódicamente. El último de ellos en octubre del año pasado de Turquía reunió a delegaciones de 74 partes de 58 países. Resoluciones y declaraciones conjuntas ayudan a definir las tácticas comunes de la lucha anticapitalista.

18 miembros de pleno derecho y tres partidos observadores une la Unión de Partidos Comunistas: UPC-PCUS. Ahora estamos preparando el congreso de nuestra Unión, que sincronizará los relojes, determinará los planes para las actividades conjuntas.

Junto con nuestros colegas de todo el mundo, celebramos eventos a gran escala en honor al centenario de la Gran Revolución Socialista de Octubre. Este año lo dedicamos el 150 aniversario del nacimiento de Lenin y el 75 aniversario de la victoria del pueblo soviético en la Gran Guerra Patria. Sin duda celebraremos un foro internacional, conferencias científicas y prácticas, y otras actividades del aniversario.

El desarrollo de las relaciones bilaterales entre los partidos es de gran importancia. Se fortalecen los lazos entre el PCFR y el Partido Comunista Chino. Tras la visita de nuestra delegación a China en diciembre pasado, se firmó un Memorándum de Cooperación. Es una continuación del acuerdo anterior y permanecerá en vigor hasta 2024.

La solidaridad con los movimientos de liberación nacional es extremadamente importante. Los comunistas y los grupos de trabajo apoyan a los pueblos de América Latina, África y Oriente Medio, que están luchando contra el imperialismo. Seguiremos desenmascarando las maniobras del capital, que, vistiendo el ropaje del campeón de los “derechos humanos”, defensor de las minorías nacionales, esconde su verdadera naturaleza del invasor y ladrón.

A pesar de los intentos de la propaganda burguesa de enterrar el comunismo, de ridiculizarlo, de mezclarlo con la suciedad, de olvidar, los millones de habitantes de la tierra se niegan a soportar el “paraíso capitalista”. China y Vietnam están mostrando éxitos sin precedentes. La RPDC y Laos siguen firmemente el rumbo elegido. No hay duda de que, a pesar de las “guerras comerciales”, la crisis económica mundial y la pandemia del coronavirus, China pronto logrará el objetivo de erradicar la pobreza y construir una “sociedad de ingresos medios”.

Resisten heroicamente al imperialismo Cuba, Venezuela, Nicaragua. A pesar de las severas presiones externas, llevan a cabo programas sociales significativos, liberan a las personas de la pobreza y garantizan el acceso a la atención médica y la educación.

Los Partidos Comunistas en India, Brasil, Sudáfrica, Japón, Portugal, Grecia y otros países gozan de gran confianza. En las calles y plazas, en los barrios obreros y en las aldeas remotas, en los muros de los parlamentos y en las páginas de los periódicos, protegen los intereses de los trabajadores, revelan las úlceras del capitalismo, desenmascaran el neoliberalismo, luchan por el futuro socialista del planeta.

“La destrucción del capitalismo y sus secuelas, la introducción de los fundamentos del orden comunista es el contenido de la ahora iniciada nueva era de la historia mundial” – estas palabras leninistas no se han cubierto de polvo del siglo pasado. Están escritos con fe en nuestra bandera roja, con la que avanzamos, a las nuevas victorias de la causa del socialismo

Intentos fallidos

El crecimiento de los sentimientos de izquierda en la sociedad rusa aumenta naturalmente la autoridad de Lenin y Stalin. La respuesta de los reaccionarios es el fortalecimiento de la propaganda antisoviética.

Los oponentes de Lenin están tratando de reducir su actividad a la puramente revolucionaria, e incluso dándole un tono peyorativo. Bueno, que traten ellos mismos de hacer un avance revolucionario en la sociedad, en la ciencia o en la cultura. Fue la energía revolucionaria de Lenin, junto con la profundidad del pensador, la que llevó a su enorme contribución al desarrollo de la ciencia de la sociedad, a las contradicciones de clase, a la naturaleza de las crisis del capitalismo, a la inevitabilidad de la lucha de los oprimidos por la justicia social. El brillante científico utilizó de manera convincente y precisa el método del materialismo histórico en sus obras. Apoyándose en sus desarrollos científicos, ha hecho la mayor revolución sociopolítica en la historia de la humanidad.

Hay otra faceta del genio leninista. Los opositores al bolchevismo derramaron lágrimas de cocodrilo sobre el gran imperio, pero milagrosamente “olvidan” un simple hecho: ha sobrevivido a sí mismo, y por lo tanto a principios de 1917 completó su viaje. Pero si el gobierno zarista sumió al país en una grave crisis que abarcaba todo, el Gobierno Provisional durante ocho meses llevó el asunto a la desintegración territorial del país. De las manos de los ministros-capitalistas Lenin recibió una Rusia despiadadamente destruida.

Hablando despectivamente de Lenin-revolucionario, sus críticos dibujan la imagen del destructor al estilo de Solzhenitsin. Se guardan deliberadamente el silencio sobre los formidables logros del primer presidente del Consejo de Comisarios Populares en el ámbito de la construcción del Estado. Pero el premio Nobel, el matemático y filósofo británico Bertrand Russellargumentó: “Los estadistas de la escala de Lenin no aparecen más de una vez en un siglo, y es poco probable que muchos de nosotros vivamos para ver uno igual a él. Podemos decir que nuestro siglo pasará a la historia como la era de Lenin y Einstein“.

Hoy en día, el mundo está experimentando los agresivos estallidos de ignorancia dormida. Pero la demolición de los monumentos de Lenin en Ucrania, otros actos de vandalismo sólo confirman la grandeza del genio y la relevancia de su herencia. La lucha de clases a gran escala en el mundo está creciendo de nuevo, y en las barricadas de la modernidad V.I. Lenin sigue en el flanco derecho. Por una vida justa, por los intereses de los trabajadores, por la dignidad humana sigue luchando su imagen inmortal, la variedad de sus obras, su patrimonio ideológico y teórico, los éxitos prácticos del socialismo en los siglos XX y XXI.

Los herederos espirituales de los fascistas cometen atrocidades no sólo en Ucrania, en Polonia, en los países bálticos. Promueven el antisovietismo y la rusofobia en Rusia, inauguran centros de Yeltsin y piden la excavación de entierros cerca de la Plaza Roja. Los anticomunistas de diferentes grados de agresividad actúan incansablemente. Ellos son los que alaban a Mannerheim, Kolchak y Krasnov. Es por su iniciativa que el mausoleo de Lenin fue vergonzosamente escondido detrás de escudos de madera contrachapada en los días del desfile de mayo. Estos son sus seguidores que están presionando para tachar el legado leninista inmenso: el ideológico-teórico, revolucionario-transformador, soviético-creativo.

Los intentos de los antisoviéticos de menoscabar la magnitud de la personalidad de Vladimir Ilich recuerdan la verdad vieja como el mundo: el deseo de calumniar y devaluar a los genios es el destino habitual de aquellos que no son capaces de crear algo grande. Las figuras prominentes dicen la verdad con brillantez y convincentemente. El eminente científico Albert Einstein así habló sobre la base moral del leninismo: “Yo respeto en Lenin a un hombre que usó todo su poder con el sacrificio total de su personalidad para el ejercicio de la justicia social. La gente como él son los guardianes y renovadores de la conciencia de la humanidad”.

¡Qué importante es para todos nosotros reflexionar sobre estas palabras! Hoy ayudan a los comunistas a darnos cuenta de la responsabilidad de defender el nombre de Lenin, dan fuerza para luchar por la realización de sus ideales.

Ante nuestros ojos, el anticomunismo y la rusofobia se han fusionado firmemente en un impulso destructivo. Su lucha conjunta con la herencia de Lenin no es una coincidencia. Al difamar las grandes enseñanzas, distorsionando la historia, quieren privar a nuestro pueblo de la voluntad a la libertad y a la justicia, para quitarles las cualidades que la misión de los primeros constructores de la nueva sociedad ha educado en ella. Su mayor sueño es enterrar las perspectivas del socialismo. Pero su caso está podrido. Los que arrastran el mundo hacia atrás están condenados.

Incluso entre los oponentes ideológicos de Lenin hubo muchos que encontraron el valor para reconocer su justeza y grandeza históricas. El filósofo religioso ruso Nikolai Berdiaev, repensando la experiencia de la Revolución de Octubre en la emigración, escribió sobre Lenin: “Las características del pueblo ruso fueron encarnadas en su carácter: la simplicidad, integridad, aversión a los adornos y retórica, practicidad del pensamiento. Personalmente, no era violento. Rusia fue amenazada con una anarquía completa, una desintegración que fue detenida por la dictadura comunista, que encontró consignas, las que el pueblo accedió a obedecer”.

Fue de muchas maneras que intentaron desacreditar a Lenin los mezquinos oponentes. Atentaron contra cualquier cosa. Excavando en su origen, algunos “patriotas” no llegaron a entender que era Lenin quien era capaz de reunir las mejores cualidades del alma rusa.Por eso se hizo universal. También es amplio e inabarcable, al igual que las vastas extensiones dominadas por el pueblo ruso. Sólo tal alma podría amar a todos, independientemente del color de la piel y el corte de los ojos. Por eso fue escuchado, entendido y cantado en diferentes confines de nuestro planeta.

Lenin fue recordado por Ernst Thälmann, que murió en la prisión de Hitler. Lenin inspiró a Mao Tse-tung, Mahatma Gandhi y Ho Chi Minh para arrebatar a sus pueblos del infierno colonial. Lenin llamó a Fidel Castro y Ernesto Che Guevara para la hazaña de la revolución cubana. Lenin le dio fuerza a Nelson Mandela en la lucha contra el apartheid. Lenin ayudó a Hugo Chávez a reanimar la esperanza de la victoria del socialismo en el siglo XXI.

Vladimir Lenin se convirtió en un símbolo de la lucha decisiva y de la creación grandiosa. Su nombre estaba pronunciando la Reina y Gagarin, que abrió la era espacial. Los del vuelo al futuro “se pusieron sobre los hombros” del plan GOELRO de Lenin. Para el Estado soviético no sólo fue un gran proyecto económico. “La bombilla de Ilich” iluminó el camino durante siglos por delante. Creó la posibilidad de la educación universal. Abrió las puertas de par en par a la autorrealización creativa de millones de masas.

¡El hombre, esto suena orgulloso!

La línea leninista de Stalin será recogida no sólo por los grandiosos ritmos de los planes quinquenales y la creación de una poderosa industria. Hará todo lo posible para transformar la revolución cultural del país, y su gente tenía todas las razones para declarar: “¡El hombre, esto suena orgulloso!”

Sólo soy un humilde discípulo de Lenin”, repitió José Stalin insistentemente. También fue fiel a su maestro en su preocupación activa por el constante crecimiento intelectual, espiritual y cultural de las masas. Levantó las grandes proezas de sus antepasados en el escudo. Recordó los logros de la historia nacional. Declaró en voz alta la importancia de los clásicos rusos, marcando ampliamente el centenario de la muerte de Pushkin en 1937.

El gobierno actual ha rechazado la dirección revolucionaria-democrática de los clásicos rusos. Esto ha hecho que la enseñanza de la literatura en la escuela secundaria y superior no sólo no sea histórica. Este “proceso educativo” distorsiona severamente la conciencia de la generación más joven durante el período crucial de su formación.León Tolstoi es ahora sólo un filósofo religioso y moralista, pero no el “espejo de la Revolución Rusa”. Fiódor Dostoievski ya no es un realista que refleja profundamente las úlceras sociales, sino sólo un buscador de Dios. Serguéi Yesenin es sólo un lírico, no un poeta que glorificó el nombre de Lenin en “Anna Snegina”.

¿Pero qué hay de Mayakovsky? ¿Qué hay de Sholojov? Después de todo, ¡pues con su irresistible “comunistismo” nada se puede hacer! Los funcionarios antisoviéticos encontraron una salida. “Peor para estos autores”, – decidieron, y anularon su lugar en el programa académico de la escuela.

Como resultado, se formó toda una generación de alumnos del programa del “examen estatal único”. No sólo desconocen a Nikolai Ostrovsky. Son incapaces de reconocer incluso a Pushkin y Lermontov. Y esto no es una razón para una historia sarcástica. Esto es una verdadera tragedia para el país. Este problema tiene su propia causa, su fuente: la lucha contra la ideología comunista. Lucha que lógicamente terminó al triunfar de la ideología neoliberal. Los intentos de ocultar este hecho, de embellecer la situación, de vestir el dogma liberal con el ropaje “patriotismo” no dan nada. Su núcleo destructivo hace su trabajo.

Pero el viento de la historia es capaz de disipar la basura de las falsificaciones. Hoy en día, el 46% de los jóvenes de entre 18 y 25 años eligen el socialismo, mientras que el 81% tienen una visión positiva de las ideas socialistas. Para nosotros en estas cifras existe un gran potencial. Aún no lo hemos implementado correctamente.

Stalin dijo: “La juventud es nuestro futuro, nuestra esperanza… Debe llevar nuestra bandera hasta la victoria”. Pero la joven generación continuará con firmeza nuestra causa sólo después de pasar por la escuela de educación comunista. La tarea del comunista y del joven comunista es estudiar el marxismo, asimilar las leyes del desarrollo de la sociedad, explorar los hechos y fenómenos de nuestro tiempo, comprender profundamente la realidad y las tendencias de su desarrollo. Tienes que ser capaz de elegir entre todos los conocimientos lo que sea necesario para la victoria.

V.I. Lenin instó a los jóvenes a absorber el conocimiento que la humanidad ha desarrollado. Consideró extremadamente importante complementarlo con la educación: “Nuestra escuela debe dar a los jóvenes los fundamentos del conocimiento, la capacidad de desarrollarse puntos de vista comunistas, hacer que sean personas educadas, … participantes de lucha por emanciparse de los explotadores”.

Los reformadores de Yeltsin suprimían decisivamente el proceso de educación de la universidad y la escuela. Instaron a la necesidad de “limpiar la educación de las funciones poco características”. Esto se hizo para quemar en la escuela el espíritu soviético, sus valores de honor, verdad, justicia, respeto por la hazaña militar y laboral de los héroes populares. La escuela soviética estaba impregnada de altos sentimientos de la ciudadanía y patriotismo. Y esto dificultó en gran medida la aplicación de “reformas” destructivas, para quitar la propiedad de la gente, para proclamar: “El patriotismo es el refugio de los canallas”.

Lenin subrayaba que el Unión de la Juventud Comunista debe conectar su aprendizaje, formación y educación “con el trabajo de los trabajadores y campesinos”. Insistió: “Necesitamos que todos vean que todos los que forman parte de la Unión de la Juventud son alfabetizados, y al mismo tiempo, saben cómo trabajar… Es necesario que la Unión de la Juventud Comunista eduque a todos desde una edad temprana en un trabajo consciente y disciplinado”. “No esperes que los jóvenes vengan a ti, pero que vayan a trabajar donde están los jóvenes!”, estas palabras de V.M. Molotov en el 15 aniversario de la Unión Comunista Leninista de la Juventud de la Unión Soviética hoy deben ser una guía de acción para la Juventud Comunista.

En el año del aniversario del nacimiento de V.I. Lenin y de la Gran Victoria, todos los comunistas y nuestras juventudes tienen todas las oportunidades de probarse a sí mismos. La causa de la reposición de nuestras filas está destinada a servir el reclutamiento especial a las filas del partido y a la juventud Comunista. Tenemos que intensificar este trabajo.

Para celebrar el 75 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi y el Japón militarista, esperamos con interés la acción más enérgica “Jardín de la Memoria – Jardín de la Vida”, para apoyar la marcha de relevo socio-patriótica de la Unión “Nuestra Gran Victoria”, para participar en la gran obra del partido para apoyar a las fuerzas antifascistas que se han convertido en el eje de la formación de la estadidad de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk.

Una parte significativa del “Regimiento Inmortal” fue la acción “Regimiento Stalin”. Nuestros activistas vienen a ella con retratos del Generalísimo Stalin, Mariscales de la Victoria, héroes antifascistas. Esto se está convirtiendo en una buena tradición y debe ser permanente.

El grupo del Partido Comunista en la Duma Estatal plantea la cuestión de la financiación sistémica de los equipos de búsqueda. Este movimiento busca y recupera los nombres de los héroes que murieron en la Segunda Guerra Mundial. Este trabajo es llevado a cabo activamente por nuestros jóvenes camaradas y sus mentores en Sebastopol y Belgorod, Moscú y la Provincia de Moscú.

La acción de la Juventud Comunista “El Estandarte de Nuestra Victoria” sirvió como herramienta de educación para los jóvenes. Las lecciones de “Jóvenes Héroes de la Patria”, “Somos los primeros”, “Comandantes de la Victoria”, “Lecciones de coraje” han demostrado su puntos fuertes.Como parte del proyecto “Tierra de Talentos” los más activos fueron los jóvenes comunistas de Crimea, Astracán, Belgorod, Samara, Provincia de Sverdlovsk.

Prestamos una gran atención a la salud de la nación. Las prioridades son los deportes más populares y masivos. Los éxitos del Club Deportivo del PCFR se multiplican. Por delante, una fuerte pelea en un partido de mini-fútbol con el equipo “Barcelona” en las semifinales de la Liga de Campeones de la UEFA. Los torneos infantiles y juveniles en diferentes deportes se llevan a cabo en la capital y en las regiones

Más de doscientos mil niños participan en el movimiento de Pioneros de Corbata roja. Estos niños y niñas juraron el servicio a la Patria y los ideales de la justicia y se comprometieron a ayudar a los veteranos. Se ha acumulado una buena experiencia del movimiento pionero en las regiones de Moscú, Irkutsk, Oriol, Volgogrado y la República Altai. Miles de niños y niñas pasaron el ritual de ingreso a las filas del pionero en la Plaza Roja.

Un frente especial y avanzado es la inclusión de los jóvenes en la lucha por los derechos socioeconómicos y políticos. Tras la participación en las acciones “Anticapitalismo” y la formación del sindicato estudiantil “Discurso” necesitamos dar nuevos pasos que fortalezcan nuestra influencia en el entorno juvenil, en la sociedad rusa.

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La lucha ideológica no se detiene ni un solo día. Hay muchas mentiras sobre Lenin, Stalin, el gobierno soviético. Pero, y es una cosa increíble, casi todas fueron desmentidas incluso antes de su aparición. Fueron destruidas por las estimaciones de toda una pléyade de políticos, científicos, gente de cultura de magnitud mundial. Ellos testimoniaron viva y convincentemente la grandeza de Lenin, la escala de su personalidad, la fuerza de influencia de su genio, su acción en los contemporáneos y descendientes, su colosal papel histórico-mundial.

El escritor francés y premio Nobel Romain Rolland respondió a la muerte de Vladimir Ilich con estas palabras: No conozco una individualidad más poderosa en la Europa moderna. Su voluntad ha agitado tanto el caótico océano de la humanidad laxa, que durante mucho tiempo su huella no desaparecerá en las olas, y a partir de ahora su barco, contra las tormentas, corre en todas las velas hacia el nuevo mundo.”

El fundador de la cosmonáutica Konstantin Tsiolkovsky escribió: “Lenin ha iniciado una obra que eventualmente abarcará toda la Tierra, toda su población. Cuanto más, crecerá la grandeza de Lenin. Nadie creía en las fuerzas creativas de las masas, y nadie expresaba tan fiel y totalmente los preciados pensamientos y aspiraciones del pueblo. Es puro corazón, mente profunda, infinitamente justo y clarividente… Lenin es el genio más grande de la humanidad, y yo lo llamo grande sin reservas”.

El corazón de Lenin, tan sensible al sufrimiento de las masas oprimidas, dejó de latir hace casi un siglo. Pero sus brillantes ideas siguen vivas. Está vivo también su ejemplo de servicio desinteresado y abnegado a la causa de la liberación de la humanidad. Este gran ejemplo nos inspira a nuevas batallas. Conduce a la victoria del trabajo honesto, la democracia y la justicia social.

El deber de los comunistas del siglo XXI es convertirlo en el siglo del triunfo del socialismo. ¡Y que el ejemplo de Lenin nos inspire la fuerza, confianza y la victoria siempre!